Sin duda alguna, 'El gabinete del doctor Caligari' fue el más célebre de los films expresionistas. La película de Robert Wiene inauguró todo un movimiento, bautizado muy acertadamente por los franceses como "caligarismo".
El guion de la película fue obra de Hans Janowitz, un joven checo intoxicado por las películas de Paul Wegener y de Carl Mayer, un joven y excéntrico austriaco marcado por una infancia muy dura y por los constantes exámenes mentales a los que fue sometido durante la guerra; ambos se basaron en un caso extraño de asesinato en Hamburgo.
Fue casi un milagro que Erich Pommer, el poderoso productor de la "Declabioscop", aceptara aquel insólito guion cinematográfico. EL proyecto, que en un principio Pommer encargó a Fritz Lang acabó en manos del doctor Robert Wiene, que transformó la terrorífica historia de Mayer y Janowitz en la quimera que un demente cuenta a otro demente. Caligari, un médico de feria, planea crímenes sospechosos que hace ejecutar a César, su medium.
En el guion original de Hans Janowitz y Carl Mayer, Caligari, director de un centro de alienados, representaba, según los autores, el absurdo de un dominio asocial, la locura inherente a la autoridad. Así pues, un film contestatario pasó a ser conformista. Tal como reflejan los films expresionistas, 'El gabinete del doctor Caligari' traduce simbólicamente, utilizando líneas, formas y volúmenes, la mentalidad de los personajes y su estado de ánimo. La luz, los decorados, el vestuario... todo intenta expresar el alma de los protagonistas y su intencionalidad aunque, toda esta simbología aparece más bien implícita, despertando resonancias psíquicas en el espectador y guiando su espíritu hacia la idea que se le quiere sugerir.
Para el film, Janowitz sugirió que los escenario fueran diseñados por el pintor e ilustrador Alfred Kubin y experimentar con el recurso de las telas pintadas. Estas poseían formas dentadas y agudas: líneas quebradas sugiriendo casas, calles contrahechas, las luces y sombras son representadas con violentas manchas blancas y negras pintadas en los mismos decorados. Estos transforman los objetos materiales en auténticos ornamentos emocionales: chimeneas oblicuas sobre los techos, ventanas con forma de flecha, arabescos formando árboles amenazadores, etc.
En la película, los elementos lineales (verticales y diagonales) no son pura expresión pictórica sin contenido, sino que se convierten en una auténtica simbología: el personaje de César está asociado a figuras triangulares, mientras que Jane, está vinculada a las líneas verticales y a las curvas gráciles. Por otro lado, la feria representa la anarquía que trae aparejado el caos. 'El gabinete del doctor Caligari' también supo aprovechar la luz como elemento expresionista narrativo. Con toda su simbología y sus elementos expresionistas, el film despliega una atmósfera saturada de horror y de premoniciones.
La película dirigida por Robert Wiene supo coordinar decorados, actores, luz y acción integrándolas en un mismo plano, creando así el primer gran film expresionista. Film de gran influencia en la Historia del Cine y punto y aparte en el cine Germánico, que a partir de esta obra sería el gran rival de la industria norteamericana hasta los años treinta.
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