Tras este descubrimiento, ella penetrará cada vez más en un ambiente terrorífico, en el que el pasado cobra vida y transforma la realidad en una pesadilla.
Lo primero que apreciamos en el filme son la fantástica ambientación, decorados y vestuario; muy bien logrados y acorde con la época en la que se desarrolla la historia (plena época victoriana).
Del Toro consigue crear ese ambiente de suspense e intriga desde el inicio de la película (algo que no había visto antes), así como la iluminación, la puesta en escena (magnífica) y los tonos cromáticos utilizados a lo largo del filme (rojizos, haciendo referencias al color escarlata presente en la mayor parte de la película y verdes-azulados).
Respecto a los personajes principales, interpretados por Jessica Chastain (Interstellar, The Martian), Mia Wasikowska (Alicia en el país de las maravillas, Jane Eyre) y Tom Hiddleston (Thor, Los Vengadores de Marvel) cabe destacar que muestran personalidades sombrías, perturbadoras, y tétricas.
La localización de Allerdale Hall, de aspecto neogótico y lúgubre, es brillante y queda a la perfección con la historia (sitio aislado, alejada de la civilización…) Lástima que la mayor parte de ella esté diseñada por ordenador.
Por último, una de las características que me ha parecido interesante del filme ha sido el uso de las transiciones: movimientos de cámara laterales y fundidos a negro en forma de círculos, como si de un cuento se tratase.
Como conclusión, La Cumbre Escarlata entra en mi lista de películas favoritas de Guillermo Del Toro y recomiendo su visionado a cualquier persona que le guste el mundo de la fantasía grotesca y fenómenos paranormales.
