El prolífico, delirante e inclasificable Cecil B. DeMille había realizado en 1923 un primer acercamiento a la historia bíblica y al personaje de Moisés con 'Los diez mandamientos', un film ambicioso y exultante en el que ya experimentó con las posibilidades del color. DeMille se basó en textos del libro del Éxodo y en una novela de Jennie MacPherson, y reinterpretó la historia a su modo dividiendo la película en dos partes, la bíblica y la moderna.
Tres décadas después, DeMille cerró su filmografía con una nueva versión de 'Los diez mandamientos', rodada enteramente en Technicolor y en formato panorámico, con todos los medios económicos a su alcance y un reparto colosal encabezado por Charlton Heston (Moisés), Yul Brynner (el faraón Ramsés II), Anne Baxter (Nefertiti), entre otros. DeMille tomó como base argumental diversos textos bíblicos y las siguientes novelas: "Pillar of Fire" del reverendo J.H. Ingraham, "Prince of Egypt" de Dorothy Clarke Wilson, y "On Eagle´s Wings" del reverendo G.E. Southon. Su película, rodada casi enteramente en estudio, con impresionantes maquetas y decorados para reconstruir la ostentosa corte faraónica, transparencias marinas para el río Nilo e ingeniosos trucajes en la celebrada escena en que el Mar Rojo se abre, para que puedan cruzar las gentes de Moisés, alcanzó un metraje de 221 minutos.
En una época en que Hollywood le tomó cariño a Egipto, DeMille realizó uno de sus más gloriosos e impecables fastos visuales, tomándose notables licencias históricas, no rehuyendo el anacronismo y reconvirtiendo la historia de Moisés y el éxodo judío en un relato llano y simple para todos los públicos. No en vano, 'Los diez mandamientos' fue considerada como un "DeMille for Demillions", presagiando la notable cantidad de espectadores que acudirían a ver el film. Y los cálculos no fueron erróneos.
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