Tiempos modernos (1935) - Charles Chaplin

'Tiempos modernos' es una de las películas de mayor penetración crítica de toda la obra del gran Charles Chaplin. Esta vez convertido en obrero de una fábrica altamente tecnificada, Charlot nos invitará a recorrer en su compañía las naves de aquella moderna industria, en la que todos los avances de la ciencia y del ingenio se han puesto en marcha para obtener una mayor y más provechosa explotación del hombre por parte del gran capital.

Esta trayectoria tragicómica que supone una crítica de los defectos de la revolución industrial, terminará con un ataque de locura de su protagonista que antes de ser encerrado en un manicomio, alborotará la fábrica entera, consiguiendo desarticular la rigurosa cadena de producción.

Tras salir del hospital psiquiátrico, Charlot se encuentra con la fábrica cerrada por una huelga. Después de múltiples aventuras, de conocer a una joven (Paulette Goddard) cuando está hurtando unos plátanos para llevárselos a su padre, obrero en huelga, después de trabajar en unos astilleros y hasta en un cabaret como cantante, se verá obligado a caminar en compañía de la joven, por los inhóspitos caminos de la vida, a la deriva, empujados por un destino implacable.

Este film, que originalmente tenía que haberse titulado 'Las masas', es una amarga sátira social que plasma perfectamente las condiciones de vida de los obreros en el país más adelantado industrialmente y de capitalismo más acentuado del planeta.

Cuando Chaplin abordó su realización, aún tenía frescas las consecuencias de la gran depresión del 29, con su legado de desempleo y hambre. Y es que Chaplin a lo largo de toda su carrera fue muy sensible con los grandes problemas económicos, sociales, laborales y morales que tradicionalmente han atenazado al hombre moderno.

Sus críticas anotaciones, su contenido, polémico y valiente al mismo tiempo, provocaron una tímida acogida en los Estados Unidos. En la Alemania nazi, el film llegó a ser prohibido. 'Tiempos modernos' fue la segunda película sonora de Chaplin, aunque había sido realizada con las técnicas y el estilo del cine mudo, con el añadido de una banda musical e innumerables efectos de sonido.

El tiempo ha permitido valorar esta obra como una de las mejores del actor y director, la última con la que este genio del humor, cerraba un ciclo dedicado a aquel romántico vagabundo que conocemos como Charlot. A partir de 'Tiempos modernos', las nuevas realizaciones de Chaplin aportarían una distinta dimensión literaria hasta entonces inédita en su carrera fílmica.