Nacido en 1950 en Newcastle, comenzó como publicista, trabajo en el que consiguió una gran reputación. Su aterrizaje en las pantallas se produce en 1977 con 'Los duelistas', una impecable adaptación del universo del escritor Joseph Conrad que es admirada por la crítica, pero no por el público. Nada hacía sospechar que su próximo film, 'Alien, el octavo pasajero' se convirtiese en un impacto mundial, gracias a la increíble atmósfera recreada que provocará más adelante varios films más sobre las sanguinarias criaturas extraterrestres.
En 1982 lanza 'Blade Runner', una adaptación de Philiph K.Dirck que pronto se convierte en un título de culto para los aficionados de la ciencia ficción. Su carrera sufre un bache con la preciosista fantasía 'Legend' y el thriller 'La sombra del testigo', aunque recuperará el favor del público gracias a los efectivos de 'Black Rain' y la emblemática 'Thelma & Louise', todo un fenómeno social en Europa que le lleva a ser nominado como mejor director.
Después de que su film '1942: La conquista del paraíso' obtuviera un fracaso monumental, se crearon varios interrogantes sobre el futuro del cineasta. Sin embargo, Scott supo recuperarse y brindar al mundo del Séptimo Arte con 'Gladiator', 'Black Hawk Derribado', 'El reino de los cielos', 'American Gangster' o 'Blade Runner 2049' (en la que participó como productor).
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