17 abr 2019

Laura (1944) - Otto Preminger


Otto Preminger contribuyó a la instauración del cine negro de los años cuarenta con películas como '¿Ángel o diablo?', 'Al borde del peligro' o la misma 'Laura'. Pero el valor de 'Laura' excede el de la mera representatividad de un género. La fotografía de Joseph La Shelle (ganadora de un Óscar), la composición musical de David Raksin, el guión de Jay Dratler, Samuel Hoffensrein y Betty Reinhardt y la magnífica actuación de los intérpretes dotan al film de una atmósfera casi mágica, introduciéndolos en una intriga criminal cuyos personajes giran en torno a la Laura del título.

El teniente Mark McPherson (Dana Andrews) llegará a sentirse fascinado por la víctima del asesinato que investiga, Laura Hunt (Gene Tierney), a quién vamos conociendo a través de las declaraciones de los distintos sospechosos; la escena que nos muestra a un McPherson turbado por su irracional atracción hacia una mujer muerta que ni siquiera ha visto jamás en persona, culmina con la aparición de Laura, después de quedar él dormido.
Pese a la lógica de la explicación de la presencia de Laura (la verdadera víctima había sido confundida al quedar su cara descompuesta) la hipótesis de que todo lo que sucede a continuación sea soñado por McPherson permite una doble lectura del film, que se desarrolla en la ambigüedad gracias a la objetiva realización de Preminger, que se acerca a la subjetividad de los personajes sin asumir el punto de vista de ninguno de ellos en concreto.

Precisamente la caracterización de los personajes es uno de los elementos más destacables del film; sus personalidades quedan ya descritas en los primeros minutos de metraje: McPherson, el policía frío y distante que cumple con su deber pero que, en el fondo, sabemos que es sensible; Shelby (Vincent Price), el prometido de Laura, oportunista y de vida disipada y, sin embargo, sincero en su voluntad de ayudarla; Ann (Judith Anderson, la Señora Denvers de Rebeca), tía de Laura, mujer madura y adinerada que reconoce su falta de principios y no esconde sus pretensiones respecto a Shelby; Bessy (Dorothy Adams), la incondicional sirvienta de la protagonista. Y, sobre todo, Waldo Lydecker, el aristocrático escritor, cáustico y brillante, cuya única debilidad es su amor por Laura, a quién da vida el genial Clifton Webb, actor procedente del teatro con pocos papeles cinematográficos en su carrera, entre ellos uno similar al que aquí interpreta: el Señor Belvedere de 'Niñera moderna' y sus secuelas.
La dirección de Preminger es, como hemos dicho, objetiva: planos largos, pocos planos subjetivos y pocos primeros planos. Sin embargo, pese a dejar al espectador en la situación de observador ajeno a la acción, consigue envolverlo en ella; la resolución del romance entre McPherson y Laura, apuntando en sutiles detalles, implícito, desde que ambos se conocen, en la actitud del teniente u en escenas donde aparecen solos, crea una tensión mucho más eficaz que si hubiera sido descrito de un modo más explícito. A ello ayudan las interpretaciones de Gene Tierney y Dana Andrews, mucho más sugerentes en su contención de lo que a menudo hacen ciertos actores de la actualidad.

Laura fue rodada en 1944 y supuso el éxito cinematográfico de Preminger, famoso ya por la dirección teatral en su Viena de origen y en los escenarios de Broadway. Cultivador de distintos géneros, no abandonó el carácter analítico y objetivista de sus primeros films, aunque en ocasiones abordara conflictos de tipo moral o social.

Cabe destacar, entre sus mejores películas, 'Río sin retorno' (1954), 'El hombre del brazo de oro' (1955), 'Anatomía de un asesinato' (1959) y 'El rapto de Bunny Lake' (1965).

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